martes, 26 de abril de 2016

Las crónicas de los tres colores I: ¡Deshonra sobre tu vaca!

ACLARACIÓN: El primer tomo se llama Elecciones, lo de Deshonra sobre tu vaca me lo he sacado de la manga porque he visto un video de El Geek Furioso de la Literatura, y he descubierto que es mi "Booktuber" favorito. Y sí...se me ha pegado su mala baba. Y necesito soltarla sobre un pobre pringao... Pero como no encontré un pobre pringao lo desaté sobre la única novela que he leído y leeré de Anabel Botella Soler.

Con ustedes ¡Elecciones!

Nota previa: En éste momento la autora de la reseña está con Powerwolf a toda hostia y se habría pintado la cara como ellos para entrar en batalla si hubiera tenido maquillaje apropiado y no estuviera a nada de irse a echar un sueñecito.

Dadme fuerza y metal...lo voy a necesitar


Título: Elecciones
Autor: Anabel Botella
Saga: Las crónicas de los tres colores I
Año de publicación: 2015
Editorial: Nowevolution
Precio: 18,95€
ISBN: 9788494386619

Sinopsis:
¿Qué pasaría si todo en lo que creíste y por lo que luchaste no fuera más que una mentira? ¿Podrías amar a dos personas a la vez mientras tu futuro está en juego?
Las crónicas de los tres colores están a punto de suceder. Un Imperio está en peligro, la leyenda indica que solo la unión de los tres colores puede salvarles de su cruel destino.
Sylvia, Cariän y Fred, que viven en mundos distintos, tendrán que aprender a luchar, a sacrificar sus ideales y a amar para proteger todo lo que han conocido hasta ahora.
Tres colores destinados a amarse, tres colores condenados a entenderse. Magia, lucha, conspiraciones, amor y pasión te esperan. Rojo, Verde y Blanco. La fuerza, la esperanza y la libertad. ¿Con cuál te quedas tú?

Llegué a éste libro con una premisa que me funcionaba en música (quitando Moonshide y Sovengar que me decepcionaron para mi pena): Apuesta por autores noveles, bandas underground poco conocidas, ¡dales una oportunidad a los que no han despegado fuertemente todavía!
Con Raven's Gate me llevó a ser una metalera de carné, con Light Among Shadows, a fundar mi propio club de fans por iniciativa propia (ya era admin del de Raven's Gate, pero a ese me invitaron...), con The Third Grade, a trabajr como portadista para un single, y con Sylvania a irme sola a Zaragoza solo por el placer de ver su concierto y hacerles fotos (y tomarme unas buenas tapas y birras con ellos, que son amigos ^^). Y solo son una lista de las bandas underground que considero más cercanas. No he salido mal parada, pero sí que he tenido suerte, que con la literatura...No. No en un porcentaje mayor a los triunfos. Sí que, por ejemplo, Sandra Andrés Belenguer tiene dos novelas en el mercado, no es especialmente famosa, y es claramente una de mis escritoras de bandera de la que no me perdería un libro. Bry Aizoo, escritora de homoerótica fantástica, escribió Fantasía a Cuatro Manos y es mi historia del género favorita, además de que pienso comprarla. Pero luego tenemos a Pedro Terrón y su Kalixti sin corregir, a May R Ayamonte y Esmeralda Verdú y su Besos entre Líneas, que ha sido una GRAN PIFIA a nivel de blogsfera, Sergio R. Alarte y su El Yelmo del Caballero (que ya hablaré del tema más adelante), Tessa Gratton y su Blood Magic, Elena Castillo Castro y el Baile de Luciérnagas...
También es que tiendo a olvidar los libros que me han parecido una mierda con patas, así que mira, menos dolores de cabeza.

Tuomas SoyFanDeRhotfussÁmame Holopainen agrees :D
Pero de la lista anterior (excepto El Yelmo del Caballero, no lo he leído, pero de su fatalidad me habló la eminencia familiar en fantasía: Mi señor hermano a.k.a. compañero de piso) ninguno, JAMÁS, ha conocido tan terrible deshonra de ser abandonado en Navidad sobre el caballete publicitario de laa perfumería de un pueblo vecino al mío. Blood Magic fue donado a una biblioteca de pedanía, pero ni de lejos tan amargo destino como el ser abierta y decididamente pateado, abandonado, dejado sin miramientos...como Elecciones.




Elecciones era una novela que quería leer porque Anabel Botella era parte de los Blogueros Valencianos, amiga de mis "amigos" de entonces. Y si quieres que te lean, lee a los demás, no es tan difícil. Para entonces, sus otros libros (Ojos Azules en Kabul, Como desées y Ángeles Desterrados) eran bastante populares en el grupo. De hecho yo misma había acudido a una firma, la de Ojos Azules en Kabul. Y a la de El Joven Moriarty, que presentaba la propia Anabel (y no por ella, es que Sofía Rhei es quien creó a la Herestia original, le debo mi marca artística y tengo su bendición para usarla...). Yo quería leer sus novelas, de verdad. Pero esperaba que escribiera algo de mi estilo, de fantasía. Algo REALMENTE BUENO de fantasía épica. Y mientras tanto pues Anabel se iba ganando que le hicera ésta reseña, porque, francamente, no desprecio a ésta mujer, pero ella misma influyó para que su libro acabara en el caballete de una droguería.

Eso pica...¡pero alguien consiguió un libro gratis!
Creedme, que una novela sea muy floja, se lo paso a mi hermano, a mis amigos. A gente a la que no he tratado (salvo a Elena Castillo Castro...madre que truño...). Pero a quien he tratado, he intentado llevarme bien (aunque en 2012-2014 mis habilidades sociales fueran las de un chihuahua ante una manada de dobermans hambrientos), y siempre, SIEMPRE me ha hablado de forma condescendiente, perdonavidas y chulesca...NO.
La actitud dice mucho, y Anabel, con dos novelas era una Ruiz Zafón en el mal sentido (y me encanta Ruiz Zafón, especialmente Marina). Era ególatra desde el disimulo, soltando una serie de indirectas de "bueno, parece que esto es más un coloquio que una mesa redonda" (gracias, muy amable), y atacando el buen criterio de lectura personal desde eso, la condescendencia.
Yo solo había leído del ya mencionado El Yelmo del Caballero la sinopsis, una página (densa y cansina) y conocía las opiniones siempre de fiar de mi hermano. Novela densa, mal llevada, pomposa sin necesidad, con mal uso del lenguaje. Yo comenté algo de ella (creo que Anabel fue la que sacó el tema), sobre lo que había escuchado, y me respondió algo que fue bastante similar a "es que es fantasía épica, no para adolescentes", añadiendo una duda importante sobre mi buen gusto para la fantasía.

Anabel era una señora a la que conocía de una vez al mes, y que había atacando de aquella manera mi propio gusto y sin disimular que yo no le resultaba agradable.
Pero yo quería leer sus libros porque, al fin y al cabo, quizá yo estaba equivocada, El Yelmo del Caballero era una obra maestra y a mí me hacía falta mano dura, respuestas cortantes y mejor gusto para la fantasía.

Elecciones no hizo más que fastidiarlo más. Lo compré con toda la ilusión del mundo porque "si todos hablan tan bien de Anabel por algo será, que me caiga como una flecha en la rodilla es porque yo soy especialita, seguro que mi manía es infundada..." y lo empecé a degustar mientras esperaba a que mi móvil recuperara batería, me tomaba una Coca-cola y me reía de un chiste cerdo de Edgar Allan Poe (y el cuervo pillándolo en plena maniobra onanista y retirándose discretamente con un cuadro de diálogo: Quote the raven: Nevermind, pocas veces me he reído con más ganas XD). El principio fue... confuso, raro, denso. No especialmente interesante, pero no había perdido la fe. No podía estar tan mal ¡era mi género! Por fin podía saborear con criterio una novela de ésta mujer, en un genero del que parecía ser entendida. Pero ya el título de la saga me resultaba raro. No era muy...bueno, no para mi gusto.

Lo obvié y seguí leyendo.
Poco a poco me daba cuenta de que la novela era poco más que un Memorias de Idhún flojo. No morían los padres de Jack (digo...Fred), pero el chico era al final un Fénix (un animal de fuego aéreo...como un dragón), que descubría que había otro mundo más allá de la tierra, donde existía su némesis en el duro mundo de la lucha por el corazón de una dama, Kirtash, que siempre vestía de negro...Clärian, perdón (que también viste de negro). Con una dama enamoradiza y que sabía defenderse, Sylvia a.k.a. Victoria pero sin unicornios. Con una promesa de fin del mundo y una profecía en la que una tríada de tres colores (¡sorpresa!) los salvaría.

MDI era asquerosamente conocido...un poco de imaginación, mujer
Que la autora se sirviera de recuerdos de su juventud para la ambientación en el pueblo, que Valencia fuera un lugar de importancia, no estaba mal, pero os aseguro que el hecho de que describiera de forma extendidamente cansina a CADA PERSONAJE CON EL QUE HABLABAN, y que forzara unas situaciones totalmente innecesarias (la pelea con aquel chico en plena calle digamos que sobraba...) acabó por superarme.
No podía leerlo y aguantar sin resoplar de hastío. Era lento, predecible, aburrido, con unos personajes sobrenaturales sin gracia (o sin ser sobrenaturales, Fred evolucionaba menos que una piedra...no, espera, Fred era sobrenatural), con poco gusto para los nombres y con el abuso de las diéresis para convertir nombres pasables en nombres de "fantasía épica" (y ni hablar de las sabias que eran sus amigas del café y había transformado con cero gusto sus nombres para hacerlos de fantasía...). Y aquello, se suponía, era lo que la mujer entendía por buena fantasía con criterio de persona adulta y razonada, no de adolescente que no sabe de qué va la vida.

Buen gusto, si señora...
Admito que el asunto con el libro de Alarte me enfadó. Que pusiera en duda mi gusto sin conocerme, y que cuando yo podía leer algo de ella para demostrarme que yo estaba equivocada en mi percepción de la fantasía, me encontrara con un plagio barato de Memorias de Idhún me resultó del todo molesto. Y que luego en blogs de quienes hasta entonces era más o menos amigos, la pusieran por los cielos (especialmente en el blog particular del compañero de blog de la autora...), no mucho antes de comprobar que realmente eran personas movidas por puro interés, ya me dejó claro que no valía ni siquiera insistir.

Así que esas navidades, habiendo leído la novela a salto de mata y habiéndome enamorado solo de la portada (y del autor, David Puertas, que es un maldito genio del dibujo digital...), lo llevé a Cheste, lo dejé en el caballete y me fui a despedirme de mi primera y última lectura de Anabel Botella haciéndoles fotos a mis queridos niños de la Escuela de Teatro Municipal, que hacían una versión más que digna del Cuento de Navidad de Dickens.

Yo, al volver del teatro y ver que el libro ya se lo habían llevado
¡Y así es como se acabó la relación de Herestia con la blogsfera valenciana!
Ah si...la novela es mala, no la leáis. Nowe Volution tiene muchos mejores títulos y buenos mangas, especialmente los de Javi Cuho. Leed a Javi Cuho. Javi Cuho mola y escribe romántica (gay, pero romántica y del mejor gusto) mejor que Anabel Botella. Os lo prometo.

¡Un besote!
Herestia, a la que le parece que hasta Kalixti es mejor que ésta saga...

1 comentario:

  1. Vaya, pues me has dejado a cuadros o_O
    Yo de la autora solo leí "Ángeles Desterrados" (su primera novela, si mal no recuerdo) y la verdad es que me entretuvo, aunque tenía sus fallos, pero siendo novel por entonces me pareció totalmente normal.
    Me sorprende que te dijese eso sobre tu gusto literario, no tenía ni idea...
    Sobre el tema de la blogosfera valenciana...yo ando totalmente desconectada desde hace un par de años o así, sin ir a reuniones del club de lectura/escritura ni eventos literarios (cuando antes, como tú bien sabes, nos tragábamos prácticamente todos...). ¿Ha ocurrido algo? (yo no me entero de nada, me tienes que poner al día por face xD)

    Un abrazo :)

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