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viernes, 13 de noviembre de 2015

¡Esa foto es mía!

¡Yeepa, señoritos y damas! Tía Herestia vuelve con una empanadilla de queso y espinacas (cómo entra...por favor) en el estómago y la promesa de un plato de sashimi para comer. ¡No puede salir nada mal hoy si ése es el menú! (salvo que el repartidor *tose* lleve un retraso de una hora *tose one more time*).

Zenobia (Acústico en la Plaza Mayor de Villena)
Bromas aparte. Hoy vengo a protestar, como siempre (si me convierto en Scrooge a fuerza de renegar, al menos tendré el consuelo de que Tuomas Holopainen me dedicó un disco...). El tema me tiene calentita desde hace un tiempo, pero a la vez tengo la sensación de que me tomo las cosas muy a pecho, pese a que creo haber superado eso...
Os explico.
Bien sabéis, si me tenéis en facebook, que mi trabajo se compone de tres vías: Diseño gráfico y preimpresión (diseño de logos, panfletos, cartelería...¿dije que colaboré en el diseño de un festival de rock benéfico?), ilustración y fotografía de conciertos. Ésta última es la que actualmente está más activa, porque seamos sinceros,un dibujo bueno tarda semanas, en mi caso, en producirse, y si las musas están de mi parte. Pero en una sesión de fotos en un concierto saco de media cinco fotos muy buenas por banda, si la sala no tiene una condición lumínica muy allá. Si la sala es como la Rock City, ya se suben a las quince si tengo buen día. Como comprenderéis la diferencia es notoria ¿verdad? A eso súmale que las fotos no las ve solo el etiquetado, sino la familia, los amigos, otros músicos, los dueños de las salas...Un dibujo lo ven amigos cercanos y en deviantart, si te curras unos diez minutos de buscar grupos acordes y te dejan subirlos (ah, y luego contemos que la gente no pasa de los grupos como de la mierda porque son spam, me declaro culpable del delito, señoría), pues otras veinte personas. Ridículo ¿eh? Claro, a veces tienes suerte y los dibujos los ve una banda que le gusta tu estilo y te piden que les hagas algo, y salen cosas tan bonicas como el Breathe Away de The Third Grade...(pinchad si queréis escucharlo, ¡me encanta!) pero no es habitual. Y si ya tienes un don de gentes mínimo pues apaga y vámonos...

Sextynice (23/5/14)
Por ello, aunque me duela en mi alma, acabo tirando más por las fotos que por el dibujo. Las ve más gente, te las valoran, hablan de tu trabajo en público...De hecho no puedo evitar rememorar un momento en que, cenando con una fotógrafa que me encanta, un amigo mio se puso a alabar mi trabajo, y creedme que es una sensación increíble ^^.
Las fotografías de conciertos me han dado muchas alegrías ¡muchas! He visto mis fotos en los perfiles de los músicos a los que retraté (no olvidemos, nadie es tan guapo como su foto de perfil en Facebook...¿me sigues?), en las portadas de bandas que me encantan ¡en páginas web oficiales y crónicas! Para una fotógrafa de apenas dos años de aprendizaje autodidacta es un honor inmenso...Pero ¡ah amigo! Aquí vienen las sombras...

Defelt (23/10/15)
Es un hecho que desde hace un tiempo mis fotos van y vuelven en las manos de los músicos a los que fotografío (o del dueño de la sala en cuestión...). Y creedme cuando digo que me encanta verlas en las páginas o que amigos tuyos las tengan por la "foto finish" de un concierto que les resultó muy agradable. Me alegra la tarde, desde luego.
Sin embargo hay veces en las que...bueno, digamos que tu trabajo no se respeta todo lo que debiera. Es habitual el robo de imágenes, especialmente en fotografía de conciertos, las cuales suelen ir a parar a sitios...bueno, no del todo agradables, no para una fotógrafa. Puede que tu foto y, por ende, su protagonista, acabe en una página de metaleros sexys (que puede pasar...de hecho ha pasado con fotos de otras fotógrafas que conozco) donde tu trabajo queda reducido a lo bueno que está el modelo y gracias si no han borrado tu firma, porque no suelen poner quién hizo la captura ¡para qué!
Puede, en casos mucho más gratos (nunca desde que empecé en serio con mi réflex a hacer esas fotos me han gustado esas páginas...) que tu foto sea elegida para la portada de una banda, pero que no digan quién hizo las fotos. O más aún, pues una portada es excusable (aunque ya he tenido en el pasado un pequeño y poco agradable rifirrafe por ello...), pero que tomen tu foto para hacer publicidad de la entrevista que le van a hacer a un músico en la radio, que la editen a su gusto y que le quiten la marca de agua. Y por supuesto sin decirte ni pío.
Más de una vez me he preocupado de reclamar por ésto, es mi trabajo, mi captura, mis fotos. Que puede que sea una fotógrafa aficionada y que no cobre un duro por ellas, pero no quita que no haya invertido dinero en el viaje a la sala y el de vuelta a casa, en la entrada (porque pago entrada como todo el mundo) y que, más de una vez, me haya visto teniendo que esconder la cámara para hacerles fotos, (y el montaje y teatro que monto para que me la dejen pasar es digno de un Max) mas el tiempo
posterior de edición.
Que sí, que es su cara, que pueden hacer con su cara lo que les salga del pepino inferior, pero son mis horas de trabajo invertidas y no me gusta nada que mis fotos vuelen por aquí y por allá sin que tengan un mínimo de reconocimiento ¡un poco, no pido nada más! Un "Foto por Herestia" no cuesta nada, que yo sepa. Aunque sea en un cuerpo 5 en gris en una esquina de la imagen.
De hecho me estoy planteando, para evitar casos así, plantarles una marca de agua gigante en mitad de la foto. Si la quieres, pídela (no cobro) ¡pero pídela! ¡Ten esa mínima de consideración al menos! No muerdo y las más de las veces diré que sí, muy feliz de que mis fotos estén en una publicación importante. ¡No sabéis cuánto me alegran esas cosas!

Creo que hace bastante falta un poco más de interés en esto. Un poco de respeto al fotógrafo de conciertos que, a veces, veo que simplemente es "ese chico tan majo que nos hace fotos gratis" y del que se olvidan con rapidez. No digo pagarnos la entrada, de hecho he leído muchos músicos aquí y allá que no dudan en pagarles la entrada a los fotógrafos, pero yo no pido eso. Si lo haces pues de mil amores (y te daré un abrazo por ser tan majo y tan salao), si no, desembolso y entro, no me es problema. Pero crédito, por poco que sea, sí, por favor...

Eso es todo ¡ya se acabó el derroche de ira y frustración!
Espero que el post os guste y os haga pensar un poco. No dudo en la buena fé de muchos, y que la mayoría de las veces éstos casos no son más que fruto del despiste o del hecho de que "al fin y al cabo has subido tus fotos a internet" y que de un modo u otro has perdido relativamente el derecho de llamarlas propias, pues cualquiera puede llevárselas sin decir ni mu. Pero bueno...sí que se puede pedir que se tenga un poco más de consideración ¿no?

Phorceps (16/10/15)
En fin mozos y damas ¡un besote muy grande!
Cuidaros y pasad un fin de semana cojonudo.

Herestia, que va a empezar a poner marcas de agua del tamaño de las pirámides de Giza.
(Todas las fotos son mías, ya sabéis, dadles crédito y todo ese rollo...)

miércoles, 15 de abril de 2015

Querida fangirl...

¡Hola a todos! Hoy traigo un post algo más formal y de opinión. Quizá no tan meditada ni madura como otros blogs que visito (éste, por ejemplo, canelilla fina), pero sí para sentarse, tomarse un té (o
una caña, yo lo digo porque lo del té es más formal...) y meditar.


Ésta tarde, tras acabar un chibi para un sorteo de mi página de facebook me he puesto a descansar viendo los videos que tenía por ver en mi bandeja de Youtube. Hace tiempo que cambié la televisión por Youtube, como mucha gente, y mi programación no la mido en "a qué hora echan tal programa", sino "a qué hora sube fulanito su videoblog". Por daros una idea, mis canales van desde ElRubiusOMG o LuzuVlogs (me gustan ¡me río! ¿Qué más necesito?) hasta Metalovisión o Nuclear Blast pasando por AbiPower, JPelirrojo, RushSmith, Anshin Doyle (lolita) Melo, Koala Rabioso (muy recomendable ésa chica), Razi o MPrin (que se dedica a jugar a Los Sims, juego del que soy fan). Soy muy consumidora de Youtube, sí. Y és por esto por lo que he ido viendo, poco a poco, desde 2012, cómo ése mundo se ha ido hinchando cada vez más y se ha vuelto una locura. Desde el millón (y van otros diez mil) de seguidores de ElRubius, el comienzo de Septiembre13 o la moda por sacar libros.
Lo he visto hincharse, siendo yo un granito de arena de todo ese fenómeno, y lo he visto, sencillamente, enloquecer.
Como iba diciendo, ésta tarde estaba viendo mi lista de videos pendientes cuando he visto un nuevo videoblog de YellowMellowMG (Melo) sobre su reciente visita a Argentina, para un evento que se había organizado allá con Youtubers internacionales. Comentaba que había sido una locura, que había miles de personas en el evento...y fuera. Y los acosaban en las puertas de los hoteles, no les dejaban hacer una pequeña fiesta en la habitación del mismo (teniendo que cambiar de habitación), les perseguían cuando iban en coche por la calle hacia el evento...
Melo, en su video, acababa comentando lo poco que le gustaba y lo poco que entendía el fanatismo. No le entraba en la cabeza y a mi pues no me queda sino darle la razón.



¡Alto ahí! (¿veis? Éste blog no es formal...) No puedo avanzar con el texto si no aclaro algo: Yo soy fangirl ¡si! Me pones a Mr. Tuomas Holopainen o a Mathias Nygard delante y mi lengua y mi voz se van de vacaciones a Maldivas. Obviamente me esforzaría por hablar, por saludar y me esforzaría aún mas por establecer una conversación educada y coherente. Pero entre mi incapacidad implícita para el diálogo y la comunicación cara a cara, y que tendría la lengua enmudecida, me sería muy complicado por no decir imposible. Yo he sido fangirl hasta de grupos que el grueso de la población desconoce. ¡Y no puedo negarlo! Pero por eso mismo he tratado de controlarlo, de pararlo, de ponerme las gafas de personita sensata y mirar con otro prisma mi entorno.
Y ahí encontré los primeros motivos para argumentar mi post.
Leyendo los comentarios en el post del canal de videos diarios de Melo (especialmente sobre dicho evento en Argentina), había una chica que argumentaba que el ser humano era de por sí eufórico, que cuando ves a alguien que admiras es normal ponerse así de loco.
 Y ahí es cuando yo me planto.

Mi ambiente principalmente son las salas de conciertos los viernes o sábados por la noche. Normalmente conciertos donde actúan conocidos o amigos o donde veo a éstos en un concierto de mayores dimensiones (de Alquimia, por ejemplo, un grupazo). Pero hasta éste momento, han pasado casi tres años. A algunos de esos amigos antes los tenía en una nube, igual que esos fans que comento, pero no de forma tan agresiva (cabe destacar que soy retraída y tímida hasta la saciedad) y eso ya es agua pasada. Fue con ellos con los que vi que tan pronto ellos podían bajar de la nube ficticia como lo podría hacer Brad Pitt, Leo Jiménez o ElRubius.
Yo admiro a algunos de esos amigos. Personas muy talentosas, con cuyo arte (sea cual sea) he disfrutado y disfruto y me ha servido de múltiple inspiración. Amigos cuya forma de ver la vida me ha ayudado (y ayuda) o de cuya compañía he disfrutado esperando en el frío de la noche a que pasara un taxi para irme a casa. 
Olvidemos mi entorno. ¿Podríamos cambiar a esos amigos por un youtuber famoso o, incluso, por un músico o actor de gran fama y fortuna? Salvando el margen de que el que goza de gran fama y fortuna no estaría esperando a tu lado un taxi a las tres de la madrugada en una rotonda en la periferia, sería perfectamente posible que fuera Melo o ElRubius quien nos acompañara. ¡No son dioses! ¿Me escucháis? ¡No son dioses!

Lo que acabo de decir es de primaria, pero creo que me explico ¿no? Tal y como ellos no son dioses y podrían invitarte a compartir taxi, tampoco lo son ninguna persona que se dedice al mundo del espectáculo o a las artes (ilustradores, escritores, etecé...). Esto lo lee alguien con dos dedos de frente y lo da por lógico y totalmente asumido. Pero desde luego ése número de personas no son ni de lejos la mayoría de la población.
Al video de Melo vuelvo a remitirme al recordar un segundo comentario de la chica que argumentaba que en casos como aquel era normal ponerse loco. Nosotros, los españoles, tenemos muchas más oportunidades de ver a los vloggers, grabando incluso sus videos diarios. Estamos acostumbrados. Tanto como cualquier persona está acostumbrada a ver a otra de forma casual por la calle. Yo reaccionaría al ver a JPelirrojo o a cualquier youtuber o músico famoso de la misma forma que reaccioné al ver a Alberto Rionda (es reciente y es uno de mis guitarristas favoritos, especialmente después de escuchar Cábala XIII): "Anda, mira, Alberto Rionda, ¡vaya! Voy a acercarme a felicitarle por su concierto y a pedirle, si puede, que me firme el libreto de mi CD". No lloro, ni grito, ni me deshago en lamentos ni chillo como un hámster.
No, querida desconocida. No estamos acostumbrados a verlos. Una chica madrileña fan de ElRubius se lo encuentra por la calle y probablemente gritará (en más de un video él ha comentado que le dan miedo y con razón). Su reacción será exactamente igual tenga el oficio mediático que tenga su admirado. Si te paras a pensar, incluso podrías decir que la reacción de la chica es algo desmesurada tratándose de un chico de 25 años normal. ¿Y entonces? ¿Qué superpoder diferencia a un chico medio noruego medio español (Rubius) de una chica de Barbados (Rihanna) o de un hombre entrado en sus cuarenta de asturias (Rionda, de nuevo)?

Es algo que, ahora en frío (y lo dice quien hasta los 17 fue del extremo de éstas chicas, pero con los alemanes Tokio Hotel) se piensa y es fácil de ver que se trata de una idealización sin sentido. De hecho si nos atenemos al hecho de que solo hacen su trabajo con éxito, tampoco podríamos idealizar a Velázquez, ni a nadie, en definitiva.

Calma...un poco de calma.
No digo con esto que los fanatismos sean algo que necesita de ser eliminado. Existe, ha existido y existirá porque si, somos humanos y en nuestra naturaleza está la euforia. Pero también la capacidad de reflexión y de meditar. Igual que somos eufóricos poseemos capacidad de empatía, de pensar que si a nosotros se nos acercara a la carrera un completo desconocido y se nos quisiera echar al cuello para abrazarnos, lo apartaríamos. Que si un grupo de personas encuentran la dirección de nuestra casa y nos acosa, lo primero que haríamos sería llamar a la policía. Que si cogen una foto tuya atinada que alguien te tomó mientras dabas un concierto y la suben a una página de Facebook que desconoces, sería educado tomártelo con humor o con halago, pero ver a un número elevadísimo de chicas que, por sus comentarios, de tenerte cerca te desgarrarían la ropa ya resulta inquietante por no provocar verdadero estremecimiento.

Querida fangirl, piensa esto. Piensa si tu te quieres dedicar a Youtube, a las artes escénicas y te sucede eso. No te resultará agradable. Quizá durante un tiempo será bonito ver que te reconocen, que te piden fotos, que admiran tu trabajo. Si tu fama sube y te conviertes en alguien mediático como los que ya he nombrado tanto anteriormente, no dejarás de ser humana, no dejarás de ser quien eres ni sentir como sientes. Y te dará miedo.
Yo no lo he vivido en mis propias carnes, no lo he sufrido. No está en mi naturaleza tampoco ser de los que ya he nombrado con anterioridad. Yo soy muy retraída y muy tímida. Pero también puedo entender cómo pueden sentirse ¡a mi me mataría de horror todo eso! ¡Sería incapaz!
Quizá haya alguien que le encante, pero seguramente serán los que menos.

Solo pido eso, pensadlo, meditadlo. No es tan difícil.

Y ya, me despido. Espero que os haya resultado interesante.
¡Que tengáis muy buen resto de semana! ¡Un besote!